sábado, 28 de noviembre de 2009

Incisorio (104)

Agoniza la llama valiente,
esa que resurge caliente
de los poros camaleónica piél.
Siento tus labios impregnados de miél,
desplazándose por mis lábios de hiél.
buscando como serpiente candente
la mirada caliente,insurgente.
El fragor cruél de tál encuentro
rompe olas,de este desencuentro
testigo mudo y leál
de esta batalla cruél y campal.
Ojos nublados,intermitentes
al gozo,convocan el sonrojo,
de este coloreado sueño rojo,rojo,rojo.

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