lunes, 15 de marzo de 2010

Sonidos (48)

LLuvía dorada cristalina de alegría,
resbala sinuosa docíl sobre tu piel,
la frescura diáfana límpia la sintonia
de dulces notas repletas de sabor de miel.
Tu cuerpo,salvaje inspira placer,
expulsando lujurioso deseo por tus poros,
tu olor agreste de diosa, me hace enloquecer.
Tu ardor es cantando en estos sibelinos coros
de amor infernal,resuena esta dulce melodía
en mi corazón, día tras día....
Sobre el púlpito de tu ardiente deseo,
descarga la furía mansa de este pobre reo,
que nunca jamás habia soñado,
ser actor principal en tan inusitado
acto, de ahí surge el sabio refrán..
al pan pan,
y al pobre condenado
que siga encadenado,
a la ilusión del vino, vino...

3 comentarios:

  1. atrevido y seductor poema!

    saludos señor.

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  2. qué bueno ser despertados en nuestro letargo por una pasión que nos sorprende por tan inesperada.
    qué bueno!!!

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  3. Me gustan mucho los poemas eróticos, éste está muy bueno. Te felicito.

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