viernes, 28 de septiembre de 2012

Devoción.

LLevas los ojos cargados de ausencias
paseas tu rostro por el insípido mar de las indiferencias,
tus lágrimas trasnochan en lunas ( ocultas),dormidas
donde los besos son efímeras verdades carcomidas.
Bajo las impávidas mil caras de la soledad,
se va desperando el silencio,preludio del terror,
el abandono utilizado como única salida de este laberinto
tus labios,ayer ardientes de un incombustible ardor
son meras gotas de agua volubles sin ningún instinto,
resistir y avanzar chocan en la frontera de la vaguedad.
De tus sollozos,nace el postrero grito de tu lamento
aquel que guia mis pasos en el longevo vals del tormento.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Castidad.

No quiero vivir más allá de donde
mi mirada se encoge
donde mi sueño se recoge
donde la verdad se esconde.
El firmamento de tus ojos
reconvierte mis despojos
en vientos de terciopelo
en dulce aroma de caramelo.
Anochece en este verdoso desierto
de oasís incierto
de fiel y leal arena
que abraza mi pena.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Abolengo.

Pérfidos recuerdos,
mente abnegada
olvidos navegando,
en la misma nada.
Mismos fluidos,
miedo esperando
razones ocultas,
simples disputas.
El reloj de arena,
muere de pena
la continua espera,
me desespera.
Destino fatal,
llega el poderoso final.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Despropósito.

Dejé de andar el día que perdí tus huellas,
dejé de pensar el día que olvidé tu rostro,
dejé de soñar el día que lloré tu asusencía,
dejé de vivir el día que escribí tu adios.
No hay mayor destierro que asumir la muerte
recrear tus desdibujados gemidos y no poder tenerte.
Desheredado de continuar viviendo,
mi corazón perece en sangre hirviendo.
Qué larga es la vida cuando la soledad te asola,
qué corta es la vida cuando el amor es juego de consola.
Dejé de andar el día que perdí tus huellas,
dejé de pensar el día que olvidé tu rostro,
dejé de soñar el día que lloré tu ausencía,
dejé de vivir el día que escribí tu adios.